Se encuentra entre los principales atractivos turísticos de Quito y es visitado por cientos de turistas al día
Hace algún tiempo ir al Panecillo, implicaba tener que pensar en la inseguridad, los robos y la mala fama que tenía el lugar, en ese tiempo los turistas no se acercaban mucho a visitar este lugar, hasta la gente mayor de Quito tenía miedo de hacerlo y sus hijos sólo podían ver el monumento desde lejos, y ni pensar visitarlo por la noche.
Pero ahora la visión es otra, se ha convertido en uno de los sitios preferidos por los quiteños, por los turistas tanto nacionales como internacionales. Uno de los atractivos del lugar que se ve apenas llegas es el pequeño mercadillo Shungoloma, que está ubicado a un lado del monumento de la Virgen y cuenta con 49 casetas de madera en la que los vendedores ofrecen comida y artesanías a los turistas.
Aunque Shungoloma le ofrece una nueva imagen al Panecillo, junto a este se pueden observar varios puestos de ventas ambulantes, colocadas de manera improvisada, que ofrecen productos como: máscaras, pelucas, comida, juegos pirotécnicos, entre otros.
Otro de los atractivos del Panecillo, que se puede observar cada diciembre, es el pesebre gigante colocado por la época navideña, desde el 2001. Se compone por cinco figuras metálicas que representan al Niño Jesús, los tres Reyes Magos, San José, el buey y el asno. La Virgen es la imagen central del pesebre. Dispone de 600 000 bombillos que se alumbran a partir de las 18:30. Cuando empieza a caer la noche y las luces se encienden. Esto es un espectáculo para quienes se encuentran allí y es el momento ideal para tomar algunas fotografías junto al pesebre, que es considerado el más grande de Sudamérica.
El padre Julio Matovelle, sacerdote y Senador de la República, concibió la idea de la Consagración Nacional del Ecuador al Corazón Inmaculado de María. Por esta razón el proyecto del Decreto que ordenaba que se constituyera un monumento a la Virgen en la Cima del Panecillo y lo hizo aprobar por el Congreso y el Ejecutivo en 1892.
Museo
En el interior de la estatua existe un museo donde se exhiben fotografías que muestran la construcción de la Virgen por los misioneros oblatos, así como también pesebres y varios vitrales.
La estatua, esculpida por Agustín de la Herrán Matorras, está construida con 7 000 piezas de Peralumán 3, las que pueden ser observadas en el interior del monumento. La estatua cuenta con una altura de 30 metros y un peso de 124 000 Kg. Para ingresar, el turista debe cancelar USD 1 por persona.
De 1955 a 1975 la construcción de la virgen apocalíptica, que pesa 124 toneladas y mide 41 metros de altura entre la base y la estatua costó 150 mil dólares y todo apunta que las piezas fueron traídas ya forjadas desde España.
Esta virgen es una réplica de la imagen que se encuentra en el retablo mayor de la Iglesia de San Francisco, que fue realizada por Bernardo de Legarda en 1773 y sacada del capítulo 12 del libro del Apocalipsis de la Biblia.
Cuando la obra terminó sólo se hizo una procesión hasta el panecillo, pero ante su forma «sensual y futurista», los quiteños prefirieron dar su sacrificio y sus procesiones a la popular virgen del Quinche.