
Se termina el feriado por fiestas de Quito y cada uno tendrá ya su anécdota de cómo celebró este año. Nosotros aprovechamos para reunirnos con los amigos y la familia, tomar canelazos, y por supuesto mejorar nuestras habilidades con el 40.
Como suponemos que muchos de los que nos leen tuvieron un fin de semana de fiesta; quisimos volver a los consejos saludables con una receta perfecta para un domingo de descanso y recuperación
Esta crema la probé por primera vez hace un par de semanas, cuando tomé una clase de cocina antiinflamatoria. Les puede parecer una idea no muy convencional: incluso yo, que suelo disfrutar de los sabores diferentes, tenía mis dudas; pero les puedo prometer que no se van a arrepentir.
Para la preparación necesitan pocos ingredientes, muy fáciles de encontrar y de bajo costo. El tiempo de preparación depende de si quieres usar una olla de presión o no. Aquí somos flexibles 😀
¡Disfruten y recupérense!
Ingredientes:
1 cda. de aceite (preferiblemente de coco)
4 ajos enteros
1 cebolla perla picada
4 remolachas medianas peladas y en cuadritos
5 tazas de agua
1,3 cdas de jengibre pelado
sal marina
Preparación
Calienta el aceite en una olla de presión, sofríe la cebolla y los ajos. Cuando la cebolla esté suave, añade la remolacha y sofríe por unos segundos. Añade el agua y cierra la olla por unos 15 minutos. Cuando pase este tiempo, abre la olla de presión (antes de abrirla asegúrate de ponerla bajo el agua fria y dejar salir el vapor levantando la válvula de la tapa de la olla). Revisa si las remolachas están suaves, de lo contrario regresa la olla y continúa cocinando.
Cuando las remolachas estén suaves, traslada los vegetales cocinados a la licuadora, y añade poco a poco el agua con la que se cocinó hasta obtener la consistencia deseada. Finalmente agrega el jengibre, la sal. Para decorar agrega semillas tostadas (yo usé ajonjolí y pepas de sambo) al momento de servir
