Desde 1994, la Asamblea General de la ONU, decidió que el 9 de agosto de cada año se celebre el Día Internacional de la Poblaciones Indígenas, esto en conmemoración a la celebración de la primera reunión del Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías en Ginebra en 1892.
El propósito de la declaratoria de esta celebración fue la búsqueda de la protección de estos pueblos y sus derechos, y darles énfasis en su participación en distintos ámbitos como la educación, lo político, el desarrollo social y la salud.

Estos pueblos que por mucho tiempo han sido vulnerables ante la actual sociedad globalizada, que han sido el primer factor para olvidar y desmerecer su lucha por el reconocimiento de su identidad y su cultura ha dado paso a la discriminación y el arrebatamiento de sus propiedades, tanto como de sus tierras, sus recursos, como de sus tradiciones.
A pesar de ser la raíz de nuestra gran diversidad y nuestra identidad en la historia son reducidos por tal razón representa el 15% de la población más pobre en el mundo, según las cifras de la ONU.
Todas estas situaciones se han dado por el inicio de un sistema capitalista que rompe la dinámica que el mundo indígena maneja internamente, donde la unión y la comunión en armonía entre ellos y con la madre tierra es la base de su desarrollo.
Quinatoa, un clan de preservación ancestral
Tayta Andrés, un yachay perteneciente a una gran dinastía ancestral que de generación en generación ha transmitido este propósito de preservar sus raíces, sus conocimientos, la lucha por devolverle la vida a lo que la colonización y la introducción de nuevos saberes les arrebató.
El conocimiento es poder, por lo que la norma básica para esto es resguardar, acrecentar y dar; y dentro de la vida indígena las tres normas básica son: no negar agua, no negar fuego y no negar conocimiento.
Por la perdida del interés de la ilustración sobre el tema de la ancestralidad de los pueblos, del inicio de los mismo se rompe esa cadena con lo propio esto produciendo el deseo de la adopción de costumbres ajenas que esconden esa verdadera identidad. Y es ahí donde nace la conformación del Centro de Investigaciones Quinatoa, una iniciativa de recuperación, fortalecimiento y preservación del sistema indígena.
Cuenta Tayta Andrés que su abuelo, Tayta Alejandro Quinatoa, empieza a crear estos escritos a través de textiles, y es el primero del clan que sale al exterior a presentar estas obras y transmitir su significado. Y sus hijos son la siguiente generación en continuar con este propósito, y a pesar de la precaria situación económica salen a flote sacando adelante el proyecto del clan Quinatoa, convirtiéndose así Esterlina Quinatoa en la guardiana del Fondo Arqueológico Nacional, y Antonio Quinatoa el últimoen dejar un legado escrito de conocimientos ancestrales.
Todos estos trabajos realizados desde el inicio han sido un sueño por mostrar el pasado que es el que levanta a un pueblo. Y conjunto con la ciencia andina demuestra como este sistema de globalizaión es el que ha destruido toda una historia y un sistema de convivencia.
Este Centro de Investigación gracias al apoyo de la Universidad Central del Ecuador han logrado crear conocimientos través de la música y los sonidos, un elemento importante para la transmisión en la historia. Todos estos trabajos siempre con el propósito de brindar a la población a atraer para que se arraiguen a lo suyo y asumir su pasado y el presente que este ha construido.
Las lenguas indígenas
Como todos los años para resaltar esta celebración de alta relevancia se toma una temática, y la ONU para el año 2019 ha tomado en cuenta de dar énfasis a las Lenguas Indígenas, siendo una de las mayores problemáticas para estas poblaciones.
Muchas de estas lenguas ancestrales se van perdiendo poco a poco primeramente por ese sentimiento de rechazo o discriminación que ha creado la civilización mestiza provocando, en muchas ocasiones, vergüenza por nuevamente causa de la idea de la globalización; un tema que crea el deseo de «superación» creyendo que se logra esto con apropiarse a nuevas costumbres y salir a naciones que nos obligan a olvidar nuestra verdadera historia.
Por lo que el Centro de Investigaciones Quinatoa también entra en estos temas, por la propuesta de la búsqueda de salvaguardar desde las más pequeñas tradiciones hasta las lenguas que son las que le dan identidad a estos pueblos.
La raza más interesante para el geógrafo y etnógrafo es, sin duda, la indígena de los indios, que todavía en gran parte se conserva para, y constituye tal vez la mitad de la población total del Ecuador. Como en la antguedad, también en nuestros tiempos se distinguen diversas tribus y familias, ya por sus facciones exteriores, ya por sus costumbres e idiomas.
Teodoro Wolf, Geografía y Geología del Ecuador, 1892
Daniela Vallejo